Las uniones se instalan siguiendo varios pasos específicos:

1. Preparación de las tuberías: Se preparan las tuberías cortándolas a la longitud adecuada y asegurándose de que los extremos estén limpios y lisos para facilitar la conexión con la unión.

2. Selección de la unión adecuada: Se elige el tipo de unión adecuado para la aplicación específica y se verifica que cumpla con las dimensiones y especificaciones requeridas.

3. Preparación de la unión: Se inspecciona la unión para asegurarse de que esté en buen estado y se prepara según las instrucciones del fabricante, lo que puede incluir la limpieza de roscas o la aplicación de selladores.

4. Conexión de las tuberías: Se coloca la unión entre los extremos de las tuberías y se aprietan las conexiones utilizando las herramientas adecuadas, como llaves inglesas o llaves de tubo, asegurando que estén bien ajustadas para evitar fugas.

5. Prueba de fugas: Se realiza una prueba de fugas para verificar la integridad de las conexiones, utilizando métodos como la presurización del sistema con aire o agua y la inspección visual de posibles fugas.

6. Ajustes finales y sellado: Se realizan ajustes finales en las conexiones según sea necesario y se aplica un sellador adecuado, si es necesario, para garantizar una conexión hermética y segura.

La principal ventaja de utilizar uniones en lugar de soldaduras es la capacidad de realizar conexiones desmontables y modificaciones en el sistema de tuberías de manera más sencilla y rápida. Las uniones permiten unir tuberías sin la necesidad de realizar procesos de soldadura que requieren equipos especializados y habilidades técnicas específicas.

Además, las uniones ofrecen mayor flexibilidad en el diseño del sistema, ya que permiten ajustes y cambios en la configuración de las tuberías de manera más fácil y económica. Esto es especialmente beneficioso en entornos donde se requieren modificaciones frecuentes o en sistemas que deben adaptarse a diferentes condiciones operativas.